Las claves para la reconstrucción:
*Nuevo presidente.
*Brujería para desterrar la mufa. Echar a la gente mufa (gente que persiste desde el 2014 como mínimo).
*Un DT bilardista amante de la marca personal a los que patean y/o cabecean bien.
*20 jugadores que no paren de correr y meter a lo Giunta. Quiero guerreros, jugadores a los que deba aplaudir no bien termina el partido por la entrega que tuvieron, mas alla del resultado. Ni un solo blandito. Si el pipa está mal, que sea el as de espadas que juega 30 minutos.
*Entre esos 20 jugadores, 4 tienen que saber cabecear. 3 tienen que, mas o menos, manejar la pelota parada. Los volantes ofensivos (si, esos con los que no juega Guitermo), tienen que tener buena pegada y gol.
*Empezar a sacar y darle rodaje a juveniles con ganas de correr.
*Siempre dos jugadores por puesto (aunque sean juveniles), pero si falta el 5, el suplente tiene que jugar de 5; si falta el 9, el suplente tiene que jugar de 9.
*Fundamental, basta de inventos de jugadores y de "volantes mixtos" que no atacan ni defienden. El 5 se destaca por su marca y ubicacion, es el pulpo del medio; el 10 hace jugar y hace goles, el volante por afuera ataca y defiende, las dos cosas. Los que no cumplen esas características son fantasmines que hacen sombra.
*2 titulares y un pibe, al menos esos, tienen que tener la capacidad de sacarse un hombre de encima. Falta gambeta y se nota.
Por último, nadie tiene la bola de cristal, si no yo seria el DT mas ganador y sin embargo soy un mero hincha opinador. Pero a abrir los ojos: la unica verdad es la realidad. Hay jugadores y técnicos que tienen un "ángel", un "celular de Dios" en instancias decisivas, que la ESTADÍSTICA marca que probablemente no van a manquear. Y hay otros jugadores y DT, que según la ESTADÍSTICA, son ultra pechos y siempre te dejan a pata cuando mas los necesitas.
Cuando consigamos de los primeros, y te estoy mirando a vos, dirigente de Boca, logremos las condiciones para que se queden a vivir en el club. Aumentos de sueldo, sacrificios financieros, lo que sea. Tienen que estar siempre.
Y cuando tengamos de los segundos, que pechean una vez, y una segunda vez... señalémosles inmediatamente la puerta, basta de banca incondicional, la historia y el presente nos dicen que si alguien te defraudó dos veces, no podés esperar nada de él. No perdamos más tiempo con ídolos de barro.