Las series en los últimos diez años han pasado de ser un formato eternamente subyugado a las películas, a estar cabeza a cabeza con estas últimas como referencia de las artes audiovisuales. Grandes series existen desde hace décadas, pero ahora se han vuelto producciones excelsas de manera integral, desde la fotografía, el sonido, dirección y producción, y la prueba de ello es lo habitual que ya es ver a grandes actores y actrices de cine trabajando en series de manera regular, algo impensado hasta hace un tiempo, y a su vez quienes actúan en las mejores series hoy gozan de un prestigio que antes era exclusivo de los que aparecían en la pantalla grande... Sin dudas el boom de internet, las redes sociales y los servicios de streaming han jugado un rol clave en este asunto, y los productores han sabido responder a este nuevo público, haciéndolas más cortas y llevaderas, para aquellos que nunca o casi nunca solían engancharse con las series.
Con esto no quiero decir que las series son mejores que las películas o viceversa, porque son formatos muy diferentes y cada uno tiene lo suyo, y el cine tradicional siempre va a tener su lugar de privilegio, con pelis que logren conmovernos como Parasite por ejemplo, pero sin dudas estamos en una época excelente para disfrutar de las producciones seriales, en la que a lo clásico y siempre recomendable se le suman nuevas obras maestras.