NicoBosteroLP
Titular
Vignolo es el peor relator de todos, lejísimos. No relata. Opera (como tantos otros) y repite las mismas palabras cincuenta veces. Agradezco profundamente que al menos no nos estuvimos que fumar semejante bodrio. Ni a él ni al idiota de Latorre. Dupla nefasta.
Lo de relatar impostando emoción y alarido pegó fuerte en 2014. Hasta entonces si bien había un partidismo lógico y un poco más de emoción cuando jugaba la Selección, dentro de todo los relatos no se pasaban de mambo. Vean los relatos de 2006 (como el de Giralt en el gol de Ayala a Alemania) o 2010 (como el del Pollo con México en 8vos). Luego vino el Mundial de Brasil y ahí se fue todo a la mierda, los tipos vieron que garpaba y no lo soltaron más. Todos se pusieron a buscar su relato de Victor Hugo contra Inglaterra, sin entender ni por asomo la magia de aquella narración. VHM estaba genuinamente abrumado de emoción por la obra maestra maradoniana que acababa de acontecer, la describió con un nivel de poesía inalcanzable para cualquiera de los nabos de ahora, después estuvo un minuto sin poder hablar y cuando reanudó estuvo un buen rato pidiendo disculpas por la falta de profesionalismo, y nunca más volvió a llorar así en medio de un partido. De hecho este mismo después de ganarle a Francia volvió a demostrar que la verdadera gracia está justamente en el mensaje. A sus casi 80 años ya retirándose, sin poder seguir como antes el ritmo del juego, con dificultades para diferenciar a los jugadores y sin llorar te describe la épica del acontecimiento y te moviliza como ningún otro. Los de TV por otro lado se pasaron tanto de rosca pegando gritos, sollozando, hablando de ellos mismos y adelantándose a los hechos* que al final un porcentaje no menor de la audiencia los va a terminar recordando como infumables, nada más.
Los comentaristas también tuvieron los suyo. Matias Martin y Lerena diciendo cualquiera, y Varsky subido al pony y queriendo ser parte gritando los goles por encima del relator. Senosiain por lo poco que lo escuche fue de lo poco decente en ese puesto.
Y ya que estamos, la dirección de cámaras también fue una garcha (eso ya es un tema internacional, no depende solo de acá). La cantidad de veces que abusaron de planos cortos fuera de contexto en lugar de mostrar lo que está pasando fue descomunal. Un embole.
(*) Gracias a la vida que la mufa no existe, porque estos tipos no pararon de tentar a la mala suerte
Lo de relatar impostando emoción y alarido pegó fuerte en 2014. Hasta entonces si bien había un partidismo lógico y un poco más de emoción cuando jugaba la Selección, dentro de todo los relatos no se pasaban de mambo. Vean los relatos de 2006 (como el de Giralt en el gol de Ayala a Alemania) o 2010 (como el del Pollo con México en 8vos). Luego vino el Mundial de Brasil y ahí se fue todo a la mierda, los tipos vieron que garpaba y no lo soltaron más. Todos se pusieron a buscar su relato de Victor Hugo contra Inglaterra, sin entender ni por asomo la magia de aquella narración. VHM estaba genuinamente abrumado de emoción por la obra maestra maradoniana que acababa de acontecer, la describió con un nivel de poesía inalcanzable para cualquiera de los nabos de ahora, después estuvo un minuto sin poder hablar y cuando reanudó estuvo un buen rato pidiendo disculpas por la falta de profesionalismo, y nunca más volvió a llorar así en medio de un partido. De hecho este mismo después de ganarle a Francia volvió a demostrar que la verdadera gracia está justamente en el mensaje. A sus casi 80 años ya retirándose, sin poder seguir como antes el ritmo del juego, con dificultades para diferenciar a los jugadores y sin llorar te describe la épica del acontecimiento y te moviliza como ningún otro. Los de TV por otro lado se pasaron tanto de rosca pegando gritos, sollozando, hablando de ellos mismos y adelantándose a los hechos* que al final un porcentaje no menor de la audiencia los va a terminar recordando como infumables, nada más.
Los comentaristas también tuvieron los suyo. Matias Martin y Lerena diciendo cualquiera, y Varsky subido al pony y queriendo ser parte gritando los goles por encima del relator. Senosiain por lo poco que lo escuche fue de lo poco decente en ese puesto.
Y ya que estamos, la dirección de cámaras también fue una garcha (eso ya es un tema internacional, no depende solo de acá). La cantidad de veces que abusaron de planos cortos fuera de contexto en lugar de mostrar lo que está pasando fue descomunal. Un embole.
(*) Gracias a la vida que la mufa no existe, porque estos tipos no pararon de tentar a la mala suerte