Es all¡, en lo m gico de un relato, de una letra, de una melod¡a, donde reside la capacidad de estimular, de despertar pasiones... Una vez despiertas, son ya de nuestra propiedad. Est en nosotros cuidarlas, evitar que las circunstancias las deformen y legarlas intactas. As¡ vive un mito, as¡...