Reencarnacion y perdida de memoria. Recordas tu pasado?

Reencarnación y Pérdida de Memoria
Reencarnación — Parte del Plan de la Naturaleza

Como puede ser visto de lo anterior, la doctrina de la Reencarnación, en su amplio contorno, no es difícil de entender. Pero naturalmente hay muchas interrogantes que se presentarán en la mente de un investigador para quien el tema es nuevo. Como esas preguntas ya se dieron en otras personas en el pasado, podemos anticipar y discutir las más comunes.

Al buscar las respuestas, debemos mantener en mente:

Que hay un propósito en la vida, el cual es el avance del alma hacia estados mayores del ser.
Que la Naturaleza tiene un plan para llevar a cabo ese propósito, el cual es evolución mediante experiencias repetidas en el plano material.
Que el tiempo que se requiere para esas experiencias está provisto por una cadena casi interminable de toma de cuerpos en forma humana.
Que el Hombre es parte de la Naturaleza, y por lo tanto, sujeto a las mismas leyes que gobiernan al resto de la Naturaleza. Al experimentar repetidas adopciones corporales, el Hombre sencillamente está siguiendo la ley de periodicidad o de actividad cíclica, la cual vemos que funciona en todos los niveles de la Naturaleza.
Así, la Reencarnación no es solamente una teoría, sino una explicación de cómo uno de los procesos más fundamentales de la Naturaleza opera cuando es aplicado al Hombre. No debiera ser estudiado como un suceso aislado, sino que debería ser visto en relación con las demás doctrinas del plan universal.

Si hemos vivido anteriormente,
¿Por qué no lo recordamos?

La pregunta supone que porque no recordamos, podríamos no haber vivido antes; en otras palabras, está basada en el supuesto de que lo que no podemos recordar, pueda ser que no lo hayamos experimentado.

Una pequeña consideración demostrará que este supuesto no tiene fundamento, porque sabemos de muchas experiencias por las que hemos atravesado, las cuales a veces no podemos recordarlas.

Por ejemplo, los primeros años de nuestra vida están completamente olvidados. Muchos, tal vez la mayoría de los sucesos de mayor ocurrencia, están olvidados. En la vejez, la memoria frecuentemente le falla completamente a una persona. Víctimas de amnesia pueden tener borrados años enteros de sus vidas en sus memorias, como ya lo vimos en la sección: "Estados Anormales de Conciencia."

En todos esos casos, el hecho de no tener memoria de los sucesos, o aún de años enteros de nuestra vida, no prueba que no vivimos durante esos períodos olvidados. Si un ser humano, mientras vive en el mismo cuerpo físico y mientras usa el mismo cerebro físico, puede olvidar años completos de su vida, no sería sorprendente que una vida anterior, vivida en otro cuerpo y haciendo uso de otro cerebro, esté olvidado. Y esto nos conduce a otra pregunta:

Una existencia y experiencia que se han olvidado,
¿Sirven de algún valor al Individuo?

Hemos olvidado las caídas que tuvimos y los moretones que conseguimos cuando empezamos a dar nuestros primeros pasos, pero no hemos olvidado como caminar. Hemos olvidado cuando aprendimos el alfabeto, pero no hemos olvidado como leer. Quienes usan matemáticas en su vida diaria, al hacer su trabajo, normalmente han olvidado los pasos detallados que tuvieron que tomar a fin de adquirir ese conocimiento. Pero si más tarde en su vida ellos tienen que enseñar matemáticas a otros, se darán cuenta que tendrán que regresar sobre mucho material ahora olvidado, y repetir los pasos que anteriormente tomaron. Los pasos habrán sido olvidados, pero el fruto de esos pasos es utilizado inconscientemente en aplicaciones prácticas de ese conocimiento. Entonces, ¿No sería normal que esas experiencias, aunque olvidadas, puedan habernos enseñado lecciones valiosas y permanentes?

Existe Más de Una Clase de Memoria

La memoria tiene dos funciones: Almacenar y recordar. La incapacidad de recordar no significa que necesariamente la memoria no funciona. A menudo, y para nuestra turbación, hemos sido incapaces de recordar el nombre de alguien a quien nos lo encontramos en la calle, aunque estemos seguros de que su nombre nos es conocido.

Un suceso en nuestra juventud puede estar completamente olvidado. Una experiencia similar en años posteriores puede recordarnos ese otro acontecimiento, y aún con detalles muy vívidos. La memoria funcionó todo el tiempo, y grabó; pero no estuvimos completamente conscientes de ello.

Cuando hablamos de la memoria en general, normalmente tenemos en mente una grabación de sucesos y detalles del diario vivir. Este registro es almacenado en el cerebro, y ninguna parte de él se puede alargar más allá de sus primeros años de la infancia, como tampoco puede durar más allá de la vida del cerebro. Pero esta no es la única clase de memoria que tenemos. Cada suceso que hayamos experimentado, cada acción que hayamos ejecutado, todo pensamiento que hayamos abrigado, incluyendo el más pequeño detalle, es registrado permanentemente en la estructura interior del Ego Superior o Reencarnante. Es un recuerdo almacenado en la Mente Superior o Superconsciente. Este registro no está accesible al Ego Humano durante condiciones normales en su vida terrestre.

Nuestra memoria es como el sistema de archivos de un negocio. Los recuerdos almacenados en el cerebro son como los registros de activo mantenido en los archivos de oficina, donde están a mano para referencias rápidas. Pero las copias de todos los registros son simultáneamente almacenados en un sótano de bóvedas, donde se mantienen bajo llave. Existe una bóveda para cada encarnación, pero el Ego Humano ha perdido las llaves de todas ellas, con la excepción del archivo de la oficina.

Sucede que algunas veces, bajo condiciones anormales, la puerta de una bóveda de memoria puede abrirse de golpe, y el conocimiento allí almacenado, desconocido para la persona en su estado normal, ahora se vuelve accesible para ella.

Un ejemplo de esa naturaleza que ha despertado mucha atención en los círculos médicos de California, es el de Pat Marquis, un muchacho de Los Angeles, de doce años de edad en esa época. (El caso fue examinado en el Theosophical Forum de Octubre de 1936) Cuando el muchacho entra en medio trance, revela un conocimiento extraordinario de temas completamente ajenos a él durante su estado normal.

Sus poderes supranormales se demostraron una vez delante de 150 médicos en el Hospital de Hollywood; y en otra vez, delante de 200 médicos en una reunión de la Asociación Médica del Condado. También se ha presentado delante de profesores del Instituto Tecnológico de California, en Pasadena, etc.

Cuando el muchacho entra en el estado de medio trance, él parece convertirse en una personalidad diferente — la de un médico persa que se autoidentifica como "Napeji," un parsi que vivió en los Himalayas en el siglo 11 D.C. Aunque normalmente él no sabe ni una palabra en persa, él escribe en ese idioma al contestar a las preguntas de uno de los científicos investigadores, el Dr. Ameen Fareed, un médico persa. Pat Marquis, en el carácter de "Napeji," también escribe en persa cuando el Dr. Fareed no está presente. Algunas veces, él usa una forma arcaica de ese lenguaje. Él describe correctamente costumbres persas, y sus hábitos son los de una persona muy solemne, no como los de un joven de apenas doce años. Cuando se le preguntaron cuestiones técnicas, como la de la ubicación del centro de la conciencia en el cerebro, "Napeji" contestó con el lenguaje de un experto anatomista. El Dr. C. Reynolds, F.R.C.S., quien presentó a Pat Marquis al Comité de Médicos de Hollywood, dijo: "Cómo él pudo saber términos médicos modernos de Anatomía, está fuera de mi alcance. El muchacho, en su estado normal, ciertamente no sabe nada de ello."

En otra ocasión, después de vendársele completamente los ojos, y en el trance requerido, el muchacho, ya en la personalidad de "Napeji," tomó el florete en un encuentro de esgrima con el señor F. Cavens, un esgrimista experto. Pat Marquis no sabe de esgrima, pero aparentemente "Napeji" es un maestro de ese arte, porque el Sr. Cavens dijo: "No conozco ningún maestro de esgrima en el mundo que sea capaz de hacer eso. El hecho de que él pueda advertir mi ataque a la cara y retroceder el cuerpo para esquivarlo, sin sentirse defraudado en su defensa porque el ataque lo amenaza, y hacer la retirada correcta, es extraordinario. Desafío a cualquier gran experto a que lo haga. Para mí, sería completamente imposible." Sesenta segundos después del combate de esgrima, "Napeji" había desaparecido, y el muchacho, sonriente y saludable, había reasumido su personalidad normal.

Otros ejemplos que tratan el almacenamiento-memoria de conocimiento escondido, podrían ser citados. Uno de los más notables es el de Edgar Cayce, cuya biografía se encuentra en el libro There Is a riBer, de Thomas Sugrue (Henry Holt Co., NY, 1943) Cayce fue completamente ignorante de medicina y anatomía en su estado normal. Pero bajo trance autoimpuesto, él fue capaz de diagnosticar correctamente muchas enfermedades, y de prescribir los remedios acertados. Existen cientos de reportes completos de casos que contienen declaración jurada de pacientes, lo mismo que reportes médicos.

Como es imposible hacer justicia en un resumen breve a la vasta cantidad de material que ese libro contiene, es necesario referir al lector interesado a que lo haga por él mismo, en cuanto a más detalles se refiere.

Los hechos mencionados anteriormente muestran que existe un "depósito" de memoria, al cual no podemos acceder normalmente, pero que puede, bajo ciertas condiciones, ser "utilizado clandestinamente"; y así, revelarnos un almacén de conocimiento insospechado.

Pero aún más, existe otra clase de memoria, una especie de memoria general o colectiva, la cual se encuentra resumida en nuestro carácter. Es una noción intuitiva de memorias guardadas por el Ego Reencarnante, pero con todos los detalles omitidos. Es la cosecha de valores permanentes que la hemos retenido de numerosísimas experiencias y lecciones hace mucho tiempo olvidadas, tales como la habilidad de caminar, o la de leer como fruto de lecciones de un pasado ya olvidado.

Aunque arraigado en el pasado y desprovisto de detalles en cuanto a como fue adquirido, este memoria-carácter es tan vital y dinámico que afecta profundamente nuestra vida, nuestros pensamientos y acciones, ahora y siempre.

Todas las lecciones y experiencias del pasado, aunque no estén registradas en nuestro cerebro actual como recuerdos, sí nos influencian cada día de nuestras vidas.

Si hemos vivido anteriormente, ¿Por qué no somos capaces de
reconocernos con individuos específicos de existencias anteriores?

Porque en cada encarnación tenemos un cerebro nuevo que no tuvo parte en las experiencias de nuestras vidas anteriores; y por lo tanto, existe un espacio en blanco respecto a ello. El Rayo de Conciencia proyectado dentro de esta vida y la Individualidad, son los mismos como lo fueron en nuestras existencias anteriores; pero como el vehículo es nuevo, la conciencia de ese ego que resulta de esta nueva sociedad, naturalmente que se autoidentifica con su vehículo nuevo; y como no existe ninguna conexión concreta entre los vehículos, el nuevo y el viejo, el Ego Humano es incapaz de identificar su yo actual con el de su encarnación anterior. Por lo tanto, él se estima a sí mismo como una "creación" nueva, cuando en realidad es solamente una reproducción de su yo anterior.

En una vida futura, en la cual seremos incapaces de identificarnos con
nuestro yo actual, ¿Es esa vida futura digna de aceptarla como inmortalidad personal?

La doctrina de la Reencarnación no enseña inmortalidad personal o continuidad de conciencia personal de una encarnación a la próxima. Enseña continuidad de la Individualidad y una reproducción periódica de la Personalidad. Esa Personalidad reproducida es, en todos los particulares, la Personalidad de la encarnación anterior con un nombre nuevo. ¿Por qué no debiera satisfacer esta enseñanza la esperanza del Hombre por una inmortalidad o una continuidad de existencia? Regresemos imaginariamente a nuestra última existencia aquí en la tierra; y porque somos ahora lo que fuimos entonces en ese tiempo debimos haber formulado teorías acerca de la vida y sobre "nuestra existencia futura." Supongamos que se nos dijo entonces que, después de un período largo de descanso, regresaríamos otra vez a esta tierra, y que, "en ese tiempo futuro," esto es, ahora seríamos la misma Personalidad que fuimos en la encarnación anterior, pero que deberíamos olvidar los detalles de esa vida y nuestro nombre anterior. Supongamos un poco más, supongamos que hubiéramos sabido entonces lo que sabemos ahora acerca de nuestra existencia actual — supongamos que hubiéramos sabido que el Yo soy Yo o el Ego Humano con el cual ahora nos identificamos, estaría aquí otra vez, continuando su existencia en el punto en el cual fue suspendida antes, y que ese ciclo se repetiría una y otra vez, hasta alcanzar cierto grado superior de ser — supongamos que hubiéramos sabido todo eso entonces, ¿No habría eso satisfecho nuestra esperanza por inmortalidad, dándonos certeza de la continuidad de nuestra existencia? Y si eso hubiera satisfecho nuestra esperanza entonces, ¿No debe ese mismo conocimiento ahora darnos la certeza y esperanza para el futuro?

Supongamos que sí pudimos recordar

Supongamos que no pudimos borrar los recuerdos de nuestras vidas pasadas. Entonces recordaríamos los detalles de no solamente nuestra última vida, sino también los innumerables de las otras existencias, y que recordaríamos todas esa vidas con todos sus detalles, exactamente como recordamos los de esta vida.

¿Será que no nos basta con solo controlar los pensamientos y recuerdos de esta vida? ¿Cómo podríamos hacerlo si tuviéramos los recuerdos de cientos de encarnaciones fluyendo sobre nosotros? En lugar de una sola estación de radio, sería como si las sintonizáramos todas a la vez. Tal torrente de recuerdos, muchos quizá de naturaleza triste o aterradora, ¿No nos dominarían y nos impedirían cumplir con nuestras obligaciones de la vida y todo lo que es importante en el momento presente? ¿Acaso no desperdiciamos suficiente tiempo "ahora" en cosas inútiles que tienen detalles sin importancia en esta vida?

Con seguridad, no todos los recuerdos serían tristes. Habría muchos recuerdos felices, y nos regocijaríamos al recordarlos; pero no debemos olvidar que, si nuestros recuerdos felices regresaron hacia nosotros, los tristes también lo harían, ¿Y cómo sabríamos si los buenos recuerdos pesarían más que los tristes?

A medida que evocamos la historia, vemos cómo las civilizaciones se levantaron, alcanzaron un máximo y entonces cayeron, a menudo, arrasadas por hordas de bárbaros; y después, han seguido períodos de ignorancia y de obscuridad espiritual e intelectual. Hemos vivido durante todos esos períodos y hemos tomado parte en todos esos sucesos. Si consideramos algunas de las razas más primitivas de la humanidad de ahora, y si notamos sus formas de vivir, entonces nos daríamos cuenta que, nosotros también, en algún pasado distante, fuimos miembros de esas razas, y que vivimos y actuamos como ellos lo hacen ahora. De esta manera, debemos concebir que nuestro propio registro debe contener muchos episodios vergonzosos, que también debimos haber tomado parte en muchos sucesos trágicos, debimos haber tenido muchas experiencias horrorosas. ¿Acaso no es una realidad que la gente que ha experimentado sucesos trágicos, a menudo reciben tal impresión que sufren una conmoción duradera, la cual ellos han sido incapaces de sacudírsela por el resto de sus vidas, y que el recuerdo de la tragedia, en lo sucesivo ejerce un efecto paralizante en todas sus actividades? ¿Cómo podríamos satisfacer nuestras obligaciones de cada día si fuésemos perseguidos no solamente por uno, sino por muchos de tales recuerdos de las numerosas encarnaciones del pasado?

Confiemos que todas esas cuentas estén equilibradas durante tantas encarnaciones intermedias. Pero supongamos que todavía permanezca alguna cuenta sin saldar, y que nos fuera enviado el cobro, tal vez en la forma de un accidente. La anticipación de ese suceso, ¿No tendría el efecto psicológico deprimente para que nuestras actividades físicas y mentales fueran seriamente retardadas por esa razón?

Entonces, ¿No es que todo pareciera, en un sentido más profundo, que existe un arreglo misericordioso para que los recuerdos del pasado estén fuera del alcance de nuestra perspectiva, que se nos brinde un cerebro nuevo, el cual esté libre de "fantasmas" del pasado, para que se pueda comenzar esta vida con una cuenta limpia?

Supongamos que podamos identificar nuestras personalidades anteriores

Visto desde otro ángulo, la noción de que debiéramos recordar nuestras vidas pasadas, toma un aspecto que linda con lo ridículo.

Si recordáramos nuestras vidas pasadas, al hacerlo, deberíamos ser capaces de identificarnos con nuestras Personalidades anteriores. También recordaríamos a nuestros amigos y enemigos de esos días. Y ellos nos recordarían. Esto sería cierto no solamente para nuestra última vida, sino para todas las incontables anteriores. De seguro tendríamos muchos amigos para reunirnos, pero también tendríamos muchos enemigos, y muchas cuentas viejas que saldar. Cada vez que encontráramos a una persona nos preguntaríamos: "¿Cuánto le debo a este hombre? ¿Qué va a hacer para que le pague?" Se nos terminarían las calles laterales tratando de evadir acreedores, solamente para toparnos con otros, porque todos nuestros negocios e infracciones, por supuesto, serían traídos a la memoria para recordárnoslos.

Si retenemos imaginariamente el panorama un poco más lejos, veríamos que si todos nuestros recuerdos nos fuesen preservados, este sería un mundo muy incomodo para vivir en él.

¿Acaso no la pasamos muy bien hasta ahora sin ese conocimiento? ¿Acaso no es la vida mucho más fácil con su ausencia? Porque sin ese conocimiento, ¿No somos libres de considerar a cada persona que encontráramos como un viejo amigo, o un amigo potencial? Si es un viejo amigo, pronto lo deduciríamos recíprocamente, porque "los amigos que busco, también me buscan," como dijo Walt Whitman.

Si por el otro lado sucediera que es un viejo enemigo, lo más pronto que lo pudiéramos convertir en un amigo, lo mejor para los dos; y lo menos que abordáramos antiguos desacuerdos, lo más fácil que la transformación pudiera hacerse.

¿Qué ganaríamos al saber quienes fuimos en las encarnaciones pasadas?

Si sucediera que fuimos uno de los más grandiosos personajes de la historia, por supuesto que sería agradable para nuestra vanidad; y aquellos que afirman recordar sus pasadas encarnaciones, generalmente reclaman haber sido un gran soberano, o un dirigente militar, una princesa, o cualquier famoso individuo del pasado. Difícilmente existe un manicomio que no tenga, al menos, un Napoleón, o tal vez varios; o algunas Juanas de Arco flotando alrededor. Ocasionalmente, alguien modestamente anuncia que es una reencarnación de Jesús.

La única dificultad con estos reclamos es que ningún ser humano común puede recordar sus vidas con detalles, sino hasta que la persona haya alcanzado Unidad con su Ego Superior; y si así fuera, esa persona ya no es más un ser humano cualquiera. Se nos dice que los Maestros de Sabiduría, quienes sí han logrado esa Unidad, son capaces de recordar sus vidas anteriores, pero cuando lo hacen, nunca presentan una reivindicación pública de ese poder. Quienes presenten tal reclamo, están sujetos a engañarse a ellos mismos, lo cual honestamente puede ser divertido, pero aún así, eso no es más que un engaño, una ilusión.

¿Ganaríamos algo por saber quienes fuimos en una encarnación anterior, algo que pesara más que las desventajas de tener ese conocimiento?

Nuestra vida presente, ¿Tomaría un rumbo diferente si lo hubiéramos sabido? Todavía habríamos tenido el mismo carácter, la misma memoria colectiva de todas nuestras vidas anteriores; y si tuvimos el mismo carácter, ¿No hubiéramos finalmente terminado aproximadamente en el mismo lugar, ya sea que hayamos reconocido nuestras personalidades pasadas o no?

Evolución y Pérdida de Memoria

El propósito de la vida es avanzar hacia estados superiores del ser, y el método para lograrlo es ganar experiencia a través de existencias repetidas. Para obtener el mayor de los beneficios en nuestra existencia actual, se necesita que toda nuestra naturaleza esté libre y sea ilimitada, para que concentre su atención total en sus obligaciones diarias, lo cual sería imposible si nuestras mentes estuvieran llenas de toda clase de escombros de memorias provenientes de las existencias pasadas. La única forma de tomar ventaja total de las oportunidades ofrecidas por una vida nueva, es comenzar con una mente limpia de esa basura mental, lo cual es justamente lo que la Naturaleza nos provee al darnos un cuerpo y un cerebro nuevos.

Por ahora la Personalidad es nuestro vehículo, pero cuando ha cumplido con su propósito, es desechado como un cascarón vacío. El núcleo está en el carácter y en la parte permanente del Ego Humano.

Los antiguos griegos, quienes retuvieron algo de la Enseñanza de la Sabiduría, se dieron cuenta que, antes de que el alma regresara a la tierra para otra encarnación, todas sus memorias de las existencias anteriores tenían que ser borradas. La idea fue presentada simbólicamente al enseñar que el Alma, en su descenso desde las esferas superiores, y antes de ingresar al mundo material, tenía que cruzar "el río del olvido" y beber de sus aguas. Eso borraba las memorias de no solamente las encarnaciones pasadas, sino también las del estado de ensueños bienaventurados entre encarnaciones y el conocimiento del Alma de su origen divino. A menos que el olvido se interpusiera, los recuerdos detallados de vidas anteriores retardarían nuestro progreso, y un ansia vehemente de paz y éxtasis que se experimenta en los estados superiores del ser, nos convertiría en soñadores despiertos imprácticos, en lugar de individuos activos comprometidos en brindar esa paz y éxtasis dentro de una vida material, aquí en la tierra.

El Registro se Guarda en el Ego Superior

Mientras que los recuerdos detallados son borrados de la conciencia del Ego Humano, un registro perfecto de ellos es conservado en la parte permanente del Ego Superior. Por mirar dentro de este registro, es lo que vuelve capaz al Ego Humano de obtener la "visión panorámica" de sus vidas pasadas y futuras, bajo condiciones especiales que prevalecen en la muerte y justamente antes de nacer.

Es por causa de este registro que el Ego Superior ve que el futuro no es sino el resultado del pasado, y reconoce la justicia de todo lo que le sobrevendrá a su agente, el Ego Humano, en su próxima encarnación; y porque el Ego Humano intuitivamente reconoce este entendimiento superconsciente, es que el ser humano promedio acepta la situación humilde y frecuente en la vida que le ha sido asignada, la cual parece ser un "Destino Ciego."

¿Por qué no es un hecho extraordinario que la enorme mayoría de los hombres toman la carga de la vida y la acarrean pacientemente hasta el final, a pesar de la injusticia aparente que sufre la mayoría de ellos?

Una Prueba Rigurosa Solemne

En el futuro, cuando el Ego Humano se haya convertido en Uno con su Ego Superior, el registro completo de todas sus vidas pasadas será desenrollado delante de su visión interna. Los Maestros de Sabiduría, quienes ya pasaron a través de esta experiencia, nos dicen que en casi todos los casos, esta revisión retrospectiva es tomada con un sentimiento de tristeza y pesar extremos. Un ser humano común no soportaría la conmoción — le podría ocasionar locura o muerte, pero es un paso necesario en nuestra evolución, y tarde o temprano, debe ser tomada por todos.

Nadie que haya pasado a través de este sufrimiento solemne hablaría ligeramente acerca de recordar encarnaciones pasadas, pero una vez la visión haya sido vista, sería agradable cerrar la puerta del pasado, y a su vez, abrir la del futuro.

Así, el hecho de que no recordemos nuestras vidas pasadas, no es prueba de que no hayamos vivido esas vidas; y constituye el arreglo más misericordioso y más conveniente para que nuestro crecimiento y evolución ocurran libres de estorbos e impedimentos.

¿Por qué Varía la Población de la Tierra?

¿Cómo puede ser explicada la variación en la población de la Tierra, si la Sabiduría Antigua enseña que es la misma cantidad de almas las que encarnan una y otra vez, y que ninguna alma nueva es "creada," y que ninguna de las viejas es aniquilada? En estas condiciones, ¿La población de la Tierra no debiera permanecer constante?

El número de almas humanas que ha hecho de esta Tierra su "hogar," es constante; pero de este enorme número, sólo una pequeña fracción está encarnada en cuerpos físicos, en cualquier tiempo. La porción más grande existe en los planos internos y espirituales del ser.

Ilustremos la idea: Asumamos que una ciudad con sus límites fijos, tiene una sala enorme en el centro para sus negocios. La población dentro de los límites de la ciudad está fija y constante, pero el número de visitantes en la sala varía de tiempo en tiempo; un número mayor en la sala significa un número menor afuera, y viceversa. De una manera similar, un aumento o disminución en la población de la Tierra, significa un aumento o disminución correspondiente en el número de entidades desencarnadas, y la suma total de las entidades pertenecientes a la Tierra permanece constante.

¿Por qué el Ego debe retornar a esta Tierra?
¿Por qué no va a otro planeta?

Porque el Universo es una "Escuela de Experiencia," y esta Tierra es el "Salón de Clases" que corresponde más apropiadamente a nuestra etapa de desarrollo. Por lo tanto, es el lugar más conveniente para nosotros, y es el lugar donde aprenderemos más pronta y fácilmente.

Debemos pasar a través de todas las experiencias, aprender todas las lecciones en nuestro sendero hacia la perfección, aquí, en nuestra escuela terrenal; y si aún pudiéramos escapar a otro planeta o estado de conciencia, tal vez bajo circunstancias menos favorables, todavía tendríamos que aprender las lecciones en las que fracasamos aquí.

A un muchacho, al regresar de su primer día de escuela, se le preguntó que cómo le había ido, a lo que respondió: "No muy bien. Tengo que regresar mañana otra vez." Antes de darnos cuenta de la magnitud de la tarea frente a nosotros, podríamos pensar en la posibilidad de graduarnos en un solo día, pero así como la madre toma a su hijo para que regrese a la escuela el día siguiente, donde él está empezando a ponerse al tanto, lo mismo hace Madre Naturaleza al tomarnos de regreso a la escuela en la cual estamos más al corriente, hasta el tiempo en que nos graduemos.

Pero todavía existe una razón más por la que nosotros deberíamos regresar exactamente a esta Tierra, en lugar de ir a otro lugar. Esta Tierra es en donde sembramos nuestras simientes de pensamientos y hechos en las vidas pasadas; y así como un agricultor recoge su cosecha en donde él la plantó, también nosotros debemos regresar acá y recoger nuestra cosecha, en donde la hemos plantado.

¿Cómo encontraremos a nuestros amigos y amados en nuestra próxima vida?

En la misma forma que los encontramos esta vez. Entramos en un círculo familiar que nos proporcionó padres, y quizá, hermanos y hermanas amorosos; y en nuestra próxima vida, otra vez estaremos asociados con ellos, tal vez no con la misma relación, sino tan cercanamente como nuestra atracción mutua lo produzca.

A nuestros amigos, fuera del círculo familiar, los encontraremos en diversas formas, justamente como lo hemos hecho hasta ahora. A veces oímos, después de encontrar a un extraño, que alguien dice: "Me parece como si hubiera conocido a esa persona toda mi vida." El extraño puede haberse convertido en alguien con quien tenemos muchos intereses en común, y tal vez con quien formemos una amistad de por vida. Es un viejo amigo con quien hemos renovado ese vínculo.

Encontraremos a otros a quienes les seremos antagónicos, y un sentimiento similar brotará dentro de nosotros para con ellos. Es un viejo contrincante a quien nos encararemos nuevamente, alguien a quien quizá lo hubimos agraviado, o que nos pudo haber agraviado. Todas las cuentas deben ser liquidadas; el buen sentido y la armonía deben ser restaurados, no importa donde hayan sido perturbados, dice la Sabiduría Antigua. Las malas intenciones deben ser reemplazadas por buena voluntad, porque "el odio no se acaba con más odio, el odio sólo deja de existir por amor." Debemos tratar de entender a esa persona, y admirar lo bueno en ella, porque sin duda alguna, lo bueno existe en ella. Y será mejor que iniciemos lo más pronto posible la tarea, porque ella se nos atravesará en el camino una y otra vez, hasta que se obtenga comprensión recíproca.

El ciclo alternado de actividad y descanso promueve la evolución del Hombre

Si nuestra evolución requiere tanto tiempo, ¿No sería mejor que permaneciéramos vivos continuamente, en lugar de morir y renacer?

Ocupamos una tercera parte de cada veinticuatro horas en dormir, y no lo consideramos un desperdicio de tiempo, porque reconocemos los beneficios que nos provee esta interrupción en nuestras actividades físicas. Lo que nos parece una tarea insuperable cuando estamos agotados después de un día de trabajo, puede fácilmente ser llevado a cabo después de una noche de sueño reparador. Un problema que no pudimos resolver con un cerebro cansado y sin fuerzas, puede fácilmente ceder a un nuevo ataque en la mañana siguiente. Si intentamos mantenernos activos las veinticuatro horas, día tras día, gradualmente ejecutaríamos menos y menos trabajo, hasta obtener finalmente un colapso físico y nervioso.

En una escala mucho mayor sucede lo mismo, el cuerpo sufre desgaste y la conciencia se fatiga. Se debe descansar y refrescarse por uno mismo, tal y como lo hace la Naturaleza con su disposición sabia de días y noches, lo que prácticamente nos obliga, para nuestro beneficio y protección, a tomar un descanso diario. Así también y por la misma razón, la Naturaleza nos impone a tomar un descanso mayor de muerte, durante el cual se renueva la vitalidad al permanecer en planos internos y espirituales.

Y existen otros beneficios que se vuelven posibles mediante esas interrupciones y reanudaciones cíclicas en nuestra existencia física.

No podemos usar el mismo traje desde la infancia hasta la vejez: o se desgasta o ya no se ajustaría a nuestro crecimiento físico. El traje que se ajusta a un niño, no le asentaría bien a un adulto y le estorbaría, limitándole en sus acciones. El adulto debe tener un traje adecuado que se ajuste a su talla y que esté diseñado de acuerdo a sus actividades.

Además, un individuo puede crecer más que su medioambiente, y el método de la Naturaleza de "darle un nuevo traje," o de ubicarlo en una serie nueva de circunstancias, es la reencarnación.

Una existencia continua, con pequeños cambios graduales, no daría la misma oportunidad para el perfeccionamiento, como lo hace un cambio completo. Cuando una casa se vuelve anticuada, las reparaciones de aquí y allá no producirán una vivienda moderna. Se requiere la demolición de la estructura vieja, y al usar algo del material viejo y algunos nuevos, se puede reconstruirla como nueva y con mejor diseño.

La Naturaleza constantemente repite sus procesos. Los árboles y las plantas tienen su actividad de temporada en la primavera y el verano, y su período de descanso en el otoño y el invierno. Esta ruptura de continuidad es un beneficio, no solamente para los árboles y plantas, sino también para el agricultor, quien puede haber descuidado el control de la maleza en sus campos. Cuando la helada del invierno viene, la maleza es eliminada. Al seguir la primavera, el agricultor tiene la nueva oportunidad de cuidar por sus cosechas, y de desarraigar la maleza, cuando ella está tierna y blanda.

Los seres humanos somos parte de la Naturaleza y estamos sujetos a sus leyes. También sabemos lo difícil que es desarraigar o superar un hábito, o un defecto al que se le ha permitido crecer a lo largo de una vida. También sabemos la ventaja que representa si el trabajo de formar buenos hábitos y moldear caracteres nobles, se comienza en la niñez o en el inicio de la juventud.

La Naturaleza nos ofrece esta oportunidad de tener un nuevo comienzo con cada nuevo nacimiento en la existencia física.
 
Alguien recuerda lo que era antes de este nacimiento?

Alguien alguna vez le paso conocer a una persona de la cual sentian que la conocia de toda la vida?


Segun el doctor amit Goswami autor de la fisica del alma, el contenido total de una vida pasada no lo podemos recordar, pero el conocimiento y la experiencia si lo adquirimos de una vida pasada.

Hay muchas tecnicas para acceder a la informacion extra cerebral.

Naturales, hipnoticas, o inducidas por ingesta de algun alucinogeno.

Las mejores vivencias son las naturales. Las que tienen los maestros de luz.
 

Deguonis

Reserva
Interesantisimo, MARCEL!!
Lo voy a imprimir y luego hare un resumen para ellos que le temen a la longitud del texto original.
 
¿Me lo explicarías en pocas palabras?
Ni ahí leo todo eso jaja

Al parecer la informacion despues de una encarnacion se borra. Porque reencarnamos con un nuevo cuerpo y tenemos un nuevo cerebro. Y en ese cerebro no estaria toda la informacion de otra vida.

Y tambien comenta que si recordaramos todas las vidas pasadas podriamos tener como un trauma psicologico. Imaginate si recordamos muertes dolorosas, asesinatos, etc.

Pero ojo. Hay testimonios de muchas personas que recordaron cosas de vidas pasadas. Y existe algo que se llama memoria extracerebral, donde esta toda la informacion tuya, desde la creacion del cosmos. http://www.nderf.org/Spanish/index.htm en esta pagina hablan de la memoria extracerebral. La memoria de las vidas pasadas estaria grabada en el alma o yo absoluto.


Hay un caso interesante, de un psiquiatra que saco un libro que se llama muchos maestros muchas vidas. El tipo se pone a practicar la hipnosis, y le hace una regresion a una paciente a vidas pasadas, se entera que su paciente se habia ahogado en una vida pasada, cuando la paciente ve esa muerte, automaticamente le pierde el miedo al agua, pero antes de enterarse eso la paciente le tenia panico al agua.

Bueno casos como ese, hay millones.

Pero por algun motivo no se puede ver tan facilmente el pasado, y lo mismo pasa con el futuro, es bastante complicado ver el futuro. Pocas personas acceden a la informacion del futuro. Hay que romper la barrera del inconsciente para acceder al futuro.
 
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