DelirioXeneize
Juvenil
ARTICULO PUBLICADO HOY 10 DE OCTUBRE POR VARSKI EN LA NACION
http://www.lanacion.com.ar/nota.asp?nota_id=1057880
En 1998, Rom n hablaba poco y jugaba mucho. Y como jugaba! La pisaba, gambeteaba, met¡a un cambio de frente, pon¡a un pase profundo y con ventaja para el receptor, hac¡a goles desde la medialuna del rea, la dejaba colgada del ngulo en un tiro libre. Hac¡a todo dentro de la cancha. Afuera, ten¡a poca relacion con la prensa. Desconfiaba de todos. De vez en cuando aceptaba un reportaje, pero "solo para hablar de fútbol".
Su carrera hab¡a cambiado definitivamente con la llegada de Bianchi. En el Apertura ï98 mostraba su mejor version. Comenzaba un formidable per¡odo de tres años y medio de rendimiento notable, por calidad y por continuidad. Solo era noticia por lo que produc¡a dentro de la cancha. El festejo del Topo Gigio dedicado a Macri en un cl sico ante riBer por el Clausura ï01 resulto un episodio simp tico. Reclamo por la inclusion de Delgado en la Intercontinental 2000, pero Bianchi lo freno en seco como a Palermo, sponsor oficial de Guillermo Barros Schelotto. Era mucho m s influyente en la cancha que en el vestuario. Pero algo empezo a cambiar a principios de 2002. Carlos Bianchi ya se hab¡a ido de Boca y ningún integrante del equipo sufrio tanto como ‚l la salida del entrenador. Oscar Tab rez se encontro con otra cara de Riquelme. Presionaba para irse del club, no siempre se entrenaba a la par de sus compañeros y se desgarro en un partido de Copa Libertadores justo antes del 0-3 ante riBer ( vaselina de Rojas). El plantel hab¡a cambiado respecto del ciclo 1998-2001 con ausencias importantes: Ibarra, Arruabarrena, Cagna, Palermo y Basualdo, aut‚nticas referencias para los m s jovenes.
M s escuchado por sus compañeros, aprendio a utilizar al periodismo para mandar sus mensajes. El domingo 19 de mayo de 2002, se despacho en Radio Mitre: "En Boca me quieren complicar la vida. Pens‚ que hoy iba a jugar. Ten¡a una ilusion muy grande de despedirme ac . Porque en la Argentina no puedo seguir siendo futbolista. Hab¡a hablado con el t‚cnico y le dije que mi familia sufr¡a y que quer¡a jugar contra Olimpia y contra Newell s. Yo siempre quiero jugar". Riquelme estuvo ante Olimpia en Asuncion y nada pudo hacer para evitar la eliminacion de Boca contra el equipo de Julio C‚sar C ceres, duro rival de aquella noche.
Tab rez nunca pudo disfrutar del mejor Rom n y no lo incluyo en el último partido del Clausura ï02. El 10 estallo. "Boca no me dejo ir. Estoy cansado de que me quieran hacer quedar como un HDP. Tengo en mi casa el documento firmado por un dirigente de Atl‚tico de Madrid que dice que el pase se cayo porque los dirigentes de Boca no aceptaron la oferta". La respuesta de los dirigentes llego en ese mismo furioso domingo: "Quiero que en 48 horas Riquelme me muestre el precontrato o las negociaciones que tuvo por escrito con el Atl‚tico. Y si Boca interfirio con su pase, yo me voy a mi casa". ¿Saben qui‚n dijo esto? Pedro Pompilio, en ese entonces vicepresidente del club.
Hoy presidente, Pompilio est dispuesto a "morir" con Riquelme. Considera que es extraordinario, indiscutido y que sus compañeros deber n entenderlo. Contratarlo en US$ 15.000.000 ha sido su acto de gobierno m s importante. Ya no puede cambiar el sentido de su gestion. El primer semestre de 2002 fue el peor de Riquelme en Boca. Jugo poco y hablo mucho. En abril, le pego una trompada inolvidable al volante de Banfield Santa Cruz que quiso jugar al proctologo con ‚l. Y, finalmente, se fue a Barcelona. En el Bar‡a, se topo con Van Gaal, el entrenador que no lo hab¡a pedido. Nunca jugo en su puesto (‚l es enganche o nada) pero tampoco se rebelo dentro de la cancha.
La llegada de Ronaldinho lo corrio a Villarreal. De entrada, Benito Floro, su nuevo DT, le advirtio: "Debe mejorar en funcion del colectivo. Participar m s en el juego. Lo que fue en Boca, fue en Boca". Una temporada m s tarde, Floro se fue, lo acuso de falta de compromiso y le puso la etiqueta de "caprichoso".
En agosto de 2004, Pellegrini asumio en Villarreal. Lejos de mimarlo y consentirlo, le exigio respeto, compromiso y rendimiento como a cualquier integrante de su plantel. Riquelme ofrecio su mejor version "europea" en el ciclo 2004-2006 y llevo al Submarino Amarillo a una historica semifinal de Liga de Campeones. Jugaba mucho y hablaba poco, como en los mejores años de Boca.
Sin embargo, el penal errado ante Arsenal en la Champions y el rendimiento menor al esperado en el Mundial de Alemania lo afectaron negativamente. Otra vez eligio medios amigos para mandar un mensaje y renuncio a la seleccion tras el amistoso ante Brasil para que a su mam no le afectaran las cr¡ticas.
En diciembre de 2006, Pellegrini se canso de sus posturas de divo. El presidente Roig miro por el espejo retrovisor y recordo todo lo que le hab¡a consentido: licencias para no entrenarse, permisos de una semana para estar con su familia en Buenos Aires, una pelota m s liviana, escuchar música durante una charla t‚cnica, tener estacionamiento propio y no participar de pr cticas voluntarias.
Cuando Villarreal ganaba, nadie cuestionaba estas concesiones. Riquelme las hac¡a valer dentro de la cancha. Pero bajo dr sticamente su nivel, el equipo empezo a perder y saltaron los tapones. Roig decidio "morir" con Pellegrini. Sus compañeros de este Boca tampoco avalan los privilegios. C ceres y compañ¡a est n seguros de que no son la consecuencia de buenas actuaciones sino todo lo contrario: la causa de las malas. El paraguayo cometio el error de hacerlo público, pero reflejo el sentimiento de la gran mayor¡a del plantel, que destaca y extraña el liderazgo positivo de Palermo, ausente por lesion. ¿Se animar n los jugadores a respaldar al zaguero o seguir n temerosos del ¡dolo de la hinchada?
Este Riquelme nada tiene que ver con aquel que regreso a Boca en el primer semestre de 2007. Aquel estaba hambriento de revancha y de desaf¡os personales. Sin lugar ni en Villarreal ni en la seleccion, necesitaba demostrar que no estaba muerto. Hoy, en cambio, sabe que jugar siempre, sea cual fuere su condicion f¡sica. En Boca y en la seleccion porque Pompilio y Basile "morir n" con ‚l.
En 2007, no ten¡a resuelta su situacion profesional, viv¡a lejos de sus amigos y el pr‚stamo con Boca era la última oportunidad para cambiar la historia. Hoy tiene un contrato garantizado hasta junio de 2010 a tres millones de euros por temporada. Hace lo que quiere y tiene todo a su alcance. Sus rendimientos difieren tanto como sus momentos personales.
En 2007 la rompio y solo le falto hacer llover. Cuando est bien, es indiscutible. Pero en 2008, apenas mostro un gran nivel ante Atlas, en Guadalajara, y algunos destellos en otros partidos. Aquel volaba. Hoy no tiene respuestas, sobre todo en los segundos tiempos.
Para Riquelme es fundamental estar bien f¡sicamente porque no tiene un cuerpo privilegiado. Se le notan mucho el cansancio y la falta de ritmo. En el primer semestre de este año se desgarro el aductor derecho y estuvo un mes sin jugar. Se puso solo en los Ol¡mpicos, volvio con la dorada y, sin descanso, pidio jugar la segunda final de la Recopa contra Arsenal. Con ‚l en la cancha el equipo solo gano uno de siete partidos, ante Newell s en Rosario (empato 3 y perdio los otros 3). Sin Riquelme, Boca est invicto. Gano 5 y empato 1, con 16 goles a favor y 2 en contra.
En 2008, entre seleccion mayor, Sub 23 y Boca, jugo 36 partidos y marco 7 goles. En los números y en el juego, pierde por goleada en la comparacion con 2007. Hoy influye mucho m s en el vestuario que en la cancha. Se refiere a s¡ mismo en tercera persona, no se entrena a la par de sus compañeros, los manda al frente cuando se equivocan, les marca el territorio a los chicos del club invit ndolos a comer, se fastidia con los periodistas que le hacen preguntas y solo contesta los "centros" de los amigos. Tenemos un problema: en 2008, Riquelme habla mucho y juega poco. Volv‚ Rom n, te extrañamos!
Mandale un mail a este sorete [email protected]
http://www.lanacion.com.ar/nota.asp?nota_id=1057880
En 1998, Rom n hablaba poco y jugaba mucho. Y como jugaba! La pisaba, gambeteaba, met¡a un cambio de frente, pon¡a un pase profundo y con ventaja para el receptor, hac¡a goles desde la medialuna del rea, la dejaba colgada del ngulo en un tiro libre. Hac¡a todo dentro de la cancha. Afuera, ten¡a poca relacion con la prensa. Desconfiaba de todos. De vez en cuando aceptaba un reportaje, pero "solo para hablar de fútbol".
Su carrera hab¡a cambiado definitivamente con la llegada de Bianchi. En el Apertura ï98 mostraba su mejor version. Comenzaba un formidable per¡odo de tres años y medio de rendimiento notable, por calidad y por continuidad. Solo era noticia por lo que produc¡a dentro de la cancha. El festejo del Topo Gigio dedicado a Macri en un cl sico ante riBer por el Clausura ï01 resulto un episodio simp tico. Reclamo por la inclusion de Delgado en la Intercontinental 2000, pero Bianchi lo freno en seco como a Palermo, sponsor oficial de Guillermo Barros Schelotto. Era mucho m s influyente en la cancha que en el vestuario. Pero algo empezo a cambiar a principios de 2002. Carlos Bianchi ya se hab¡a ido de Boca y ningún integrante del equipo sufrio tanto como ‚l la salida del entrenador. Oscar Tab rez se encontro con otra cara de Riquelme. Presionaba para irse del club, no siempre se entrenaba a la par de sus compañeros y se desgarro en un partido de Copa Libertadores justo antes del 0-3 ante riBer ( vaselina de Rojas). El plantel hab¡a cambiado respecto del ciclo 1998-2001 con ausencias importantes: Ibarra, Arruabarrena, Cagna, Palermo y Basualdo, aut‚nticas referencias para los m s jovenes.
M s escuchado por sus compañeros, aprendio a utilizar al periodismo para mandar sus mensajes. El domingo 19 de mayo de 2002, se despacho en Radio Mitre: "En Boca me quieren complicar la vida. Pens‚ que hoy iba a jugar. Ten¡a una ilusion muy grande de despedirme ac . Porque en la Argentina no puedo seguir siendo futbolista. Hab¡a hablado con el t‚cnico y le dije que mi familia sufr¡a y que quer¡a jugar contra Olimpia y contra Newell s. Yo siempre quiero jugar". Riquelme estuvo ante Olimpia en Asuncion y nada pudo hacer para evitar la eliminacion de Boca contra el equipo de Julio C‚sar C ceres, duro rival de aquella noche.
Tab rez nunca pudo disfrutar del mejor Rom n y no lo incluyo en el último partido del Clausura ï02. El 10 estallo. "Boca no me dejo ir. Estoy cansado de que me quieran hacer quedar como un HDP. Tengo en mi casa el documento firmado por un dirigente de Atl‚tico de Madrid que dice que el pase se cayo porque los dirigentes de Boca no aceptaron la oferta". La respuesta de los dirigentes llego en ese mismo furioso domingo: "Quiero que en 48 horas Riquelme me muestre el precontrato o las negociaciones que tuvo por escrito con el Atl‚tico. Y si Boca interfirio con su pase, yo me voy a mi casa". ¿Saben qui‚n dijo esto? Pedro Pompilio, en ese entonces vicepresidente del club.
Hoy presidente, Pompilio est dispuesto a "morir" con Riquelme. Considera que es extraordinario, indiscutido y que sus compañeros deber n entenderlo. Contratarlo en US$ 15.000.000 ha sido su acto de gobierno m s importante. Ya no puede cambiar el sentido de su gestion. El primer semestre de 2002 fue el peor de Riquelme en Boca. Jugo poco y hablo mucho. En abril, le pego una trompada inolvidable al volante de Banfield Santa Cruz que quiso jugar al proctologo con ‚l. Y, finalmente, se fue a Barcelona. En el Bar‡a, se topo con Van Gaal, el entrenador que no lo hab¡a pedido. Nunca jugo en su puesto (‚l es enganche o nada) pero tampoco se rebelo dentro de la cancha.
La llegada de Ronaldinho lo corrio a Villarreal. De entrada, Benito Floro, su nuevo DT, le advirtio: "Debe mejorar en funcion del colectivo. Participar m s en el juego. Lo que fue en Boca, fue en Boca". Una temporada m s tarde, Floro se fue, lo acuso de falta de compromiso y le puso la etiqueta de "caprichoso".
En agosto de 2004, Pellegrini asumio en Villarreal. Lejos de mimarlo y consentirlo, le exigio respeto, compromiso y rendimiento como a cualquier integrante de su plantel. Riquelme ofrecio su mejor version "europea" en el ciclo 2004-2006 y llevo al Submarino Amarillo a una historica semifinal de Liga de Campeones. Jugaba mucho y hablaba poco, como en los mejores años de Boca.
Sin embargo, el penal errado ante Arsenal en la Champions y el rendimiento menor al esperado en el Mundial de Alemania lo afectaron negativamente. Otra vez eligio medios amigos para mandar un mensaje y renuncio a la seleccion tras el amistoso ante Brasil para que a su mam no le afectaran las cr¡ticas.
En diciembre de 2006, Pellegrini se canso de sus posturas de divo. El presidente Roig miro por el espejo retrovisor y recordo todo lo que le hab¡a consentido: licencias para no entrenarse, permisos de una semana para estar con su familia en Buenos Aires, una pelota m s liviana, escuchar música durante una charla t‚cnica, tener estacionamiento propio y no participar de pr cticas voluntarias.
Cuando Villarreal ganaba, nadie cuestionaba estas concesiones. Riquelme las hac¡a valer dentro de la cancha. Pero bajo dr sticamente su nivel, el equipo empezo a perder y saltaron los tapones. Roig decidio "morir" con Pellegrini. Sus compañeros de este Boca tampoco avalan los privilegios. C ceres y compañ¡a est n seguros de que no son la consecuencia de buenas actuaciones sino todo lo contrario: la causa de las malas. El paraguayo cometio el error de hacerlo público, pero reflejo el sentimiento de la gran mayor¡a del plantel, que destaca y extraña el liderazgo positivo de Palermo, ausente por lesion. ¿Se animar n los jugadores a respaldar al zaguero o seguir n temerosos del ¡dolo de la hinchada?
Este Riquelme nada tiene que ver con aquel que regreso a Boca en el primer semestre de 2007. Aquel estaba hambriento de revancha y de desaf¡os personales. Sin lugar ni en Villarreal ni en la seleccion, necesitaba demostrar que no estaba muerto. Hoy, en cambio, sabe que jugar siempre, sea cual fuere su condicion f¡sica. En Boca y en la seleccion porque Pompilio y Basile "morir n" con ‚l.
En 2007, no ten¡a resuelta su situacion profesional, viv¡a lejos de sus amigos y el pr‚stamo con Boca era la última oportunidad para cambiar la historia. Hoy tiene un contrato garantizado hasta junio de 2010 a tres millones de euros por temporada. Hace lo que quiere y tiene todo a su alcance. Sus rendimientos difieren tanto como sus momentos personales.
En 2007 la rompio y solo le falto hacer llover. Cuando est bien, es indiscutible. Pero en 2008, apenas mostro un gran nivel ante Atlas, en Guadalajara, y algunos destellos en otros partidos. Aquel volaba. Hoy no tiene respuestas, sobre todo en los segundos tiempos.
Para Riquelme es fundamental estar bien f¡sicamente porque no tiene un cuerpo privilegiado. Se le notan mucho el cansancio y la falta de ritmo. En el primer semestre de este año se desgarro el aductor derecho y estuvo un mes sin jugar. Se puso solo en los Ol¡mpicos, volvio con la dorada y, sin descanso, pidio jugar la segunda final de la Recopa contra Arsenal. Con ‚l en la cancha el equipo solo gano uno de siete partidos, ante Newell s en Rosario (empato 3 y perdio los otros 3). Sin Riquelme, Boca est invicto. Gano 5 y empato 1, con 16 goles a favor y 2 en contra.
En 2008, entre seleccion mayor, Sub 23 y Boca, jugo 36 partidos y marco 7 goles. En los números y en el juego, pierde por goleada en la comparacion con 2007. Hoy influye mucho m s en el vestuario que en la cancha. Se refiere a s¡ mismo en tercera persona, no se entrena a la par de sus compañeros, los manda al frente cuando se equivocan, les marca el territorio a los chicos del club invit ndolos a comer, se fastidia con los periodistas que le hacen preguntas y solo contesta los "centros" de los amigos. Tenemos un problema: en 2008, Riquelme habla mucho y juega poco. Volv‚ Rom n, te extrañamos!
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