joaquing84
Juvenil
Aca les dejo lo que dice ole que paso en la reunion que tuvieron ayer los jugadores en el vestuario.
"No quiero ser amigo de ustedes"
Riquelme se planto ante C ceres, al que se sumo Palacio, y les dijo a todos que en el trabajo ‚l no tiene privilegios. Y que en el 2000 se llevaban peor y Boca salio campeon del mundo.
Un maravilloso grupo humano</u>
El plantel hablo una hora y 20 minutos. C ceres ofrecio disculpas y Rom n fue cuestionado. "Yo soy as¡", dijo el 10.
Contrastes. Mientras Julio C‚sar C ceres aparecio tempranito (9.17), Juan Rom n Riquelme lo hizo casi sobre la hora del entrenamiento (9.45). El paraguayo aterrizo en un Mercedes Benz, blanco; el argentino, en un Audi A4, negr0. As¡ de opuestos, hasta en ese insolito detalle del color de autos, andan por la vida el volante historico y el defensor guaran¡. Contrastes que se vieron antes, durante y despu‚s de esa famosa reunion, que duro una hora y veinte minutos, y sirvio para darles algunos puntos de sutura a las heridas de este maravilloso grupo humano de Boca.
En el vestuario de la Bombonera, minutos antes de las diez de la mañana y tras una de esas introducciones de ocasion de los dirigentes Juan Carlos Crespi y Jos‚ Beraldi, al fin se encontraron cara a cara Riquelme y C ceres. Tras la charla del t‚cnico, que pidio que se dijeran todo lo que se ten¡an que decir para cerrar definitivamente esta historia, de a uno fueron saliendo del vestuario dirigentes, utileros, m‚dicos, kinesiologos y hasta el cuerpo t‚cnico para que los jugadores se sinceraran en la m s absoluta intimidad. No hubo tonos elevados, ni discusiones acaloradas. Pero s¡ se puso en palabras todos esos dimes y diretes que hasta ayer se ventilaban por otros lugares. Y, si bien no elimino m gicamente las diferencias entre Riquelme y una parte del plantel, sirvio para sellar la paz hasta la reestructuracion de fin de año.
"Yo quiero pedirle disculpas a todo el grupo", arranco la ronda el paraguayo, excus ndose en las formas, por las declaraciones que hizo desde Paraguay, pero sin retroceder demasiado en el fondo. Y sin pasar por alto ese "este muchacho" con el que Rom n trato el jueves a C ceres en la conferencia de prensa. Tras esas disculpas, un Mart¡n Palermo moderador hizo lugar a los dem s cuestionamientos. "Rom n, ac tambi‚n hay algunas actitudes tuyas que molestan", abrio el juego el goleador, con un liderazgo legitimado por el grupo. Y ah¡ el 10 escucho lo suyo: desde consideraciones por su humor inestable, porque "un d¡a salud s y otro no", pasando por ciertos privilegios, y hasta terminar en reproches por comentarios despectivos que Rom n les hizo a unos compañeros de otros. Nada parecio conmover demasiado a Riquelme: "Yo soy as¡ y no voy a cambiar. Esta es mi forma de ser. Adentro de la cancha somos un equipo, afuera no quiero ser amigo de ninguno", respondio para lo primero. Y, sin perder la calma, les repregunto: "'No me entreno todos los d¡as con ustedes? 'De qu‚ privilegios me hablan?". Y por esos "me dijeron que me dijiste" tampoco se altero. La conclusion final de Riquelme puertas adentro fue muy clarita: "En el 2000 est bamos mucho peor que ahora y salimos campeones del mundo". Puertas afuera, antes de dejar el club, pasadas las dos y media, el 10 fue un tanto m s sint‚tico: "No pasó nada. Puro puter¡o. El domingo le ganamos a riBer", les dijo a los suyos.
Adem s de C ceres, Palermo y Riquelme, en esa prolongada reunion que hizo que el entrenamiento empezara reci‚n a las 11.20 de la mañana, tambi‚n se escucharon las voces de un Ibarra que respaldo a su amigo Rom n, de un Caranta que sumo su descontento con algunas actitudes, de un Battaglia componedor y, tambi‚n, la de un Palacio que le pidio a Rom n respeto para cuidar la convivencia. Despu‚s de la charla, con todo dicho, el cabaret se cerro con el firme proposito de ganarle a riBer para dejar todo esto atr s. Igual, claro, la primera imagen de la pr ctica fue una postal: todos jugando un loco y Rom n e Ibarra elongando a un costado. Luego, el 10 por un arco y el 2 por el otro.
Ya no hay m s tiempo para la terapia de grupo. Mañana hay un supercl sico. Y el lunes Dios dir ...
"No quiero ser amigo de ustedes"
Riquelme se planto ante C ceres, al que se sumo Palacio, y les dijo a todos que en el trabajo ‚l no tiene privilegios. Y que en el 2000 se llevaban peor y Boca salio campeon del mundo.
Un maravilloso grupo humano</u>
El plantel hablo una hora y 20 minutos. C ceres ofrecio disculpas y Rom n fue cuestionado. "Yo soy as¡", dijo el 10.
Contrastes. Mientras Julio C‚sar C ceres aparecio tempranito (9.17), Juan Rom n Riquelme lo hizo casi sobre la hora del entrenamiento (9.45). El paraguayo aterrizo en un Mercedes Benz, blanco; el argentino, en un Audi A4, negr0. As¡ de opuestos, hasta en ese insolito detalle del color de autos, andan por la vida el volante historico y el defensor guaran¡. Contrastes que se vieron antes, durante y despu‚s de esa famosa reunion, que duro una hora y veinte minutos, y sirvio para darles algunos puntos de sutura a las heridas de este maravilloso grupo humano de Boca.
En el vestuario de la Bombonera, minutos antes de las diez de la mañana y tras una de esas introducciones de ocasion de los dirigentes Juan Carlos Crespi y Jos‚ Beraldi, al fin se encontraron cara a cara Riquelme y C ceres. Tras la charla del t‚cnico, que pidio que se dijeran todo lo que se ten¡an que decir para cerrar definitivamente esta historia, de a uno fueron saliendo del vestuario dirigentes, utileros, m‚dicos, kinesiologos y hasta el cuerpo t‚cnico para que los jugadores se sinceraran en la m s absoluta intimidad. No hubo tonos elevados, ni discusiones acaloradas. Pero s¡ se puso en palabras todos esos dimes y diretes que hasta ayer se ventilaban por otros lugares. Y, si bien no elimino m gicamente las diferencias entre Riquelme y una parte del plantel, sirvio para sellar la paz hasta la reestructuracion de fin de año.
"Yo quiero pedirle disculpas a todo el grupo", arranco la ronda el paraguayo, excus ndose en las formas, por las declaraciones que hizo desde Paraguay, pero sin retroceder demasiado en el fondo. Y sin pasar por alto ese "este muchacho" con el que Rom n trato el jueves a C ceres en la conferencia de prensa. Tras esas disculpas, un Mart¡n Palermo moderador hizo lugar a los dem s cuestionamientos. "Rom n, ac tambi‚n hay algunas actitudes tuyas que molestan", abrio el juego el goleador, con un liderazgo legitimado por el grupo. Y ah¡ el 10 escucho lo suyo: desde consideraciones por su humor inestable, porque "un d¡a salud s y otro no", pasando por ciertos privilegios, y hasta terminar en reproches por comentarios despectivos que Rom n les hizo a unos compañeros de otros. Nada parecio conmover demasiado a Riquelme: "Yo soy as¡ y no voy a cambiar. Esta es mi forma de ser. Adentro de la cancha somos un equipo, afuera no quiero ser amigo de ninguno", respondio para lo primero. Y, sin perder la calma, les repregunto: "'No me entreno todos los d¡as con ustedes? 'De qu‚ privilegios me hablan?". Y por esos "me dijeron que me dijiste" tampoco se altero. La conclusion final de Riquelme puertas adentro fue muy clarita: "En el 2000 est bamos mucho peor que ahora y salimos campeones del mundo". Puertas afuera, antes de dejar el club, pasadas las dos y media, el 10 fue un tanto m s sint‚tico: "No pasó nada. Puro puter¡o. El domingo le ganamos a riBer", les dijo a los suyos.
Adem s de C ceres, Palermo y Riquelme, en esa prolongada reunion que hizo que el entrenamiento empezara reci‚n a las 11.20 de la mañana, tambi‚n se escucharon las voces de un Ibarra que respaldo a su amigo Rom n, de un Caranta que sumo su descontento con algunas actitudes, de un Battaglia componedor y, tambi‚n, la de un Palacio que le pidio a Rom n respeto para cuidar la convivencia. Despu‚s de la charla, con todo dicho, el cabaret se cerro con el firme proposito de ganarle a riBer para dejar todo esto atr s. Igual, claro, la primera imagen de la pr ctica fue una postal: todos jugando un loco y Rom n e Ibarra elongando a un costado. Luego, el 10 por un arco y el 2 por el otro.
Ya no hay m s tiempo para la terapia de grupo. Mañana hay un supercl sico. Y el lunes Dios dir ...