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La desigualdad de Riquelme y Boca ( Aprendan burros ) ! con respeto ja
Aprende Falcioni , el equipo puede tener mucho mas vuelo ! podemos ser mas !
Aprende Falcioni , el equipo puede tener mucho mas vuelo ! podemos ser mas !
DIEGO LATORRE
La desigualdad de Riquelme y Boca
Riquelme está por encima del nivel de Boca. Boca no produce en función de las posibilidades de Riquelme. Y, sin embargo, en los últimos partidos encontró en su figura a un factor de salvación.
¿Cómo explicar que este Boca, que pelea el Clausura, que sigue en la Copa Argentina y que acaba de pasar a los cuartos de la Libertadores, se haya entregado a los destellos del 10? ¿Cómo entender que Riquelme, en este Boca, tiene un 50% de su potencial tapado?
El caso es que Boca suele estar en posición de espera: con una defensa a la que le cuesta achicar espacios hacia adelante; con medios retrasados en el inicio de la presión; y con un equipo que mayormente termina despejando y no recuperando. Nada de esto ayuda a Román.
El impuesto de ese retraso, sobre todo tras la lesión de Somoza, resulta caro. A Boca le cuesta generar condiciones de dominio y producir maniobras más colectivas, porque para eso se requiere de la participación de los volantes y del despliegue alternativo de los laterales. Entonces, se obliga al pase largo, a la conducción exagerada o a que Román controle el ritmo de la jugada. No es bueno ni justo.
A Riquelme hay que explotarlo con desmarques. Los receptores se tienen que activar pronto. O sea, el tiempo que Román demora en reconocer el escenario -un instante-. El equipo debe moverse con más elasticidad y amplitud. Boca está rengo por la derecha. Roncaglia sólo es útil en la fase defensiva para proteger a Schiavi. Clemente no siempre se dosifica. Rivero y Erviti están contenidos. Y los puntas aparecen inconexos. Sobrecarga para el 10.El Boca 2011 tuvo una alta dosis de puntualidad en el área propia y ajena. Este, no. Pero cuenta con un Riquelme que acaba de jugar de manera completa en Chile. Puede alcanzar. No es suficiente. Riquelme necesita a Boca para profundizar su protagonismo. Boca necesita lo mismo.
La desigualdad de Riquelme y Boca | Olé
La desigualdad de Riquelme y Boca
Riquelme está por encima del nivel de Boca. Boca no produce en función de las posibilidades de Riquelme. Y, sin embargo, en los últimos partidos encontró en su figura a un factor de salvación.
¿Cómo explicar que este Boca, que pelea el Clausura, que sigue en la Copa Argentina y que acaba de pasar a los cuartos de la Libertadores, se haya entregado a los destellos del 10? ¿Cómo entender que Riquelme, en este Boca, tiene un 50% de su potencial tapado?
El caso es que Boca suele estar en posición de espera: con una defensa a la que le cuesta achicar espacios hacia adelante; con medios retrasados en el inicio de la presión; y con un equipo que mayormente termina despejando y no recuperando. Nada de esto ayuda a Román.
El impuesto de ese retraso, sobre todo tras la lesión de Somoza, resulta caro. A Boca le cuesta generar condiciones de dominio y producir maniobras más colectivas, porque para eso se requiere de la participación de los volantes y del despliegue alternativo de los laterales. Entonces, se obliga al pase largo, a la conducción exagerada o a que Román controle el ritmo de la jugada. No es bueno ni justo.
A Riquelme hay que explotarlo con desmarques. Los receptores se tienen que activar pronto. O sea, el tiempo que Román demora en reconocer el escenario -un instante-. El equipo debe moverse con más elasticidad y amplitud. Boca está rengo por la derecha. Roncaglia sólo es útil en la fase defensiva para proteger a Schiavi. Clemente no siempre se dosifica. Rivero y Erviti están contenidos. Y los puntas aparecen inconexos. Sobrecarga para el 10.El Boca 2011 tuvo una alta dosis de puntualidad en el área propia y ajena. Este, no. Pero cuenta con un Riquelme que acaba de jugar de manera completa en Chile. Puede alcanzar. No es suficiente. Riquelme necesita a Boca para profundizar su protagonismo. Boca necesita lo mismo.
La desigualdad de Riquelme y Boca | Olé