Al igual que esta gran y gloriosa nación, Boca está entrando en una fase de disolución como institución.
Macri destruyó la idiosincrasia y vida social del club. Es decir, al hincha. Apartó al hincha genuino y lo reemplazó por uno que poco y nada tiene que ver con el sentimiento real por Boca, sus arraigos y su tradición de sacrificio; con uno que en su pvta vida hubiese sido bostero si el ingeniero no convertía al club en algo "fashion" y lo orientaba solo a los pudientes. Y los pocos que pudieron quedar, cayeron en la trampa de la modernización y se idiotizaron (o se vendieron).
Después llegó Angelisida, y este hizo un gran daño en la parte deportiva; creando equipos perdedores, verdes, irregulares, contratando jugadores que en su vida hubiesen vestido la camiseta de Boca, que poco y nada tienen que ver con el espíritu de equipos historicos, combativos y aguerridos en la victoria o en la derrota. Dilapidando el prestigio, la gloria y la identidad.
Contando también el breve paso de AmeBAAL antes que el gordo sida, que degradó el equipo por casi 2 años (antes del Boca invicto de Falcioni), y con varios ídolos en el plantel, ya en sus últimos años de carrera.
Y por último, llegó Riquelme y este, no solo continúa con esa visión deportiva perdedora, sino que está asolando con la cuestión dirigencial/autoridad del club. Cuando el gordo idiota de Amear siendo presidente dijo que no le molestaba que digan que Román es el presidente, clavó bandera para que Boca se convierta en una anarquía dirigencial. Improvisación, acomodos familiares, incapacidad para gestionar, poco o nada de tacto para negociar, irresponsabilidad, etc.
Es decir, las 3 patas que hacen a la vida de la institución (autoridades, disciplina futbolistica, socios e hinchas) totalmente arruinadas.
Si en estos pocos años no aparece una opción verdaderamente genuina, de hinchas de Boca que piensen, vivan y trabajen por y para el club, y lo más importante, intenten de todas las maneras recuperar el prestigio, identidad, idoneidad y seriedad del club, esto se va a convertir en una clubsito de poca monta tipo independiente, donde cualquiera viene, hace y deshace a su antojo y se va sin pagar las consecuencias.