Fue un partido horroroso y desesperante, al nivel de las peores presentaciones del ciclo Alfaro, con una diferencia puntual: aún cuando el equipo de Lechuga tenía actuaciones deplorables, al menos se entendía cuál era la propuesta de juego de Boca. Mal ejecutada, sí, pero se sabía. Yo ayer, personalmente, me le pasé 95 minutos preguntándome a qué re-contra-carajos jugaba el equipo. Es que no lo entendí. Algunos dicen que era un planteamiento ofensivo. Pues yo no vi ni una sola (ni una) jugada de ataque colectiva. Puras corridas de Villa, intentos frustrados de Salvio y Zárate y un tiro de Tévez. No hubo presión alta, no hubo asociación, no se conocían los jugadores en cancha, no tenían ni pvta idea de qué hacer con o sin balón, y a ninguno de los 9 jugadores se les ocurrió una idea coherente para llegar al arco contrario. La nada misma.
Claro, lo ideal sería no caerle al técnico por su primer partido, pero es que las circunstancias no son usuales: fin de campeonato, casi un mes de preparación, con el rival de al frente recién escalando la primera posición. Es bastante jodido que a la nueva presidencia/técnico les toque recibir el equipo en esta coyuntura, pero por favor, no son novatos, ¡son reciclados, de hecho! Boca no puede seguir haciendo estos papelones, mucho menos si en los distintos bancos está sentada gente con experiencia.
Es que de verdad no comprendo cómo es posible que tres jugadores como Tévez, Zárate y Salvio den tanto ASCO al mismo tiempo. No me lo meto en la cabeza. Yo a estos tipos (sobre todo los primeros dos) los he visto jugar fútbol de alto nivel durante muchos años. Han jugado en clubes de élite de Europa, por favor. Una cosa es que te pase el tiempo, y otra es que directamente no des dos pases buenos en cinco minutos. Salvio ayer parecía que si le ponían dos conos al frente tampoco los iba a driblar. ¿Qué hacen estos tipos en los entrenamientos? López daba pases al lateral donde no había NINGÚN JUGADOR. Buffarini se comió como mil amagues de un chico de 20 años. Y lo peor de todo es que en medio de tanta podredumbre, lo mejor en ataque fue Villa, que es un constante querer y no poder: deja a tres tipos en carrera y después la revolea a la mierda en la definición. ¿Ningún técnico es capaz de enseñarle a que suba la cabeza y meta en pase tras esos desbordes? Yo creo que si hace eso bien durante una temporada se va a Europa. Y si no lo hace, va a terminar de vuelta en el Tolima.
Ya ni hablar de la rabia que causa ver cómo -por enésima vez en los últimos años- un onceno de Boca se intimida y hace el ridículo ante la victoria/ascenso de las gallinas, en vez de tomarlo como una invitación a salir con el cuchillo entre los dientes. Esa expulsión de Izquierdoz, por ejemplo, me sube la presión arterial de pensar en lo ingenuo que puede llegar a ser un defensor de 31 años que ha portado la cinta de capitán de Boca, con todo lo polémica que fue.