1969: El año del Cordobazo
Hemos reseñado los males del r‚gimen a escala nacional y hemos particularizado las posiciones de Cordoba por ser las m s relevantes contra la Dictadura en el orden nacional.
Ya tambi‚n Hilda Guerrero de Molina, m rtir obrera de Tucum n engrosaba las filas de quienes hab¡an ca¡do defendiendo sus ideales, enfrentando al r‚gimen de Ongan¡a.
El r‚gimen comunitario era publicitado desde todos los ngulos del equipo gobernante. Cordoba se hab¡a convertido en la experiencia piloto y el Dr. Caballero hab¡a constituido su Consejo Asesor que ser¡a convalidado con bombos y platillos en la Reunion de Gobernadores de Alta Gracia. All¡ llego Ongan¡a en el mismo automovil y en la misma posicion ideologica y con los mismos propositos de Caballero.
Antes hab¡amos redactado un importante documento. Un documento que se denominaba Declaracion de Cordoba y que se dio a publicidad el 21 de Marzo de 1969. Dos meses y d¡as antes del Cordobazo. En ‚l reseñ bamos lo problemas principales de orden local que sumados a los de orden nacional y en funcion a la toma de conciencia del pueblo de Cordoba sobre la validez de sus derechos, podr¡amos decir que encuadraron la heroica reaccion popular del Cordobazo.
En la introduccion se dec¡a; 'Nuestra Provincia soporta un descalabro gubernativo, una manifiesta inoperancia en los m s altos niveles jer rquicos oficiales, una ineptitud generalizada en la conduccion de la cosa pública. Paralelamente a esta ineficacia se destaca un oscuro y torpe manejo de los instrumentos del poder, para favorecer a los c¡rculos del privilegio economico y financiero, para exaccionar los modestos recursos monetarios de la poblacion, para burlar la aut‚ntica representatividad popular mediante el fraude neocorporativista, para manipular desvergonzadamente a algunos miembros de la justicia, intentando abiertamente ponerlos al servicio de la tolerancia complice hacia el crimen de algún conspicuo allegado al r‚gimen'.
'No se recuerda que nuestra provincia haya soportado tamañas iniquidades públicas. Nunca el pueblo cordob‚s contemplo, un ejercicio sensual del poder usurpado con la impunidad que se manifiesta, y con el visto bueno de un Poder Central que en muchos casos lo pone como ejemplo de experiencia a proyectarse en toda la nacion.'
'Esta situacion insoportable en todos los ordenes, obliga a la clase trabajadora cordobesa a repudiar públicamente al gobierno local, a corresponsabilizar a la Dictadura de Ongan¡a de todos sus actos y a actuar cada vez m s unida y en‚rgicamente para lograrla instauracion del ejercicio pleno de los derechos y garant¡as que pertenecen inalienablemente a los trabajadores y ciudadanos, y a la pr ctica de la funcion gubernativa en un plano de dignidad y de real interpretacion de las aspiraciones del Pueblo'.
Señal bamos y no lo hac¡amos nosotros por una elucubracion al margen de las posiciones populares, sino como una expresion aut‚ntica que palpitaba en toda la poblacion que: ' Durante bastante tiempo el Gobierno de Cordoba trabajo intensa y solapadamente, para implementar el denominado Consejo Asesor Economico Social. Sus fundamentos se basaron en el supuesto inter‚s por consultar sectores representativos de la comunidad y darles participacion en el an lisis y programa de los actos gubernativos'.
Luego se indicaba: 'Asimismo se pretende remedar el engendro del Consejo Asesor, con los Consejos Economico-Sociales de vigencia positiva en algunos pa¡ses del mundo estructurados pol¡ticamente sobre la base de la voluntad soberana del Pueblo'.
Y por último, luego de otras consideraciones: 'El Consejo Asesor procura la domesticacion de la sociedad, su estratificacion definitiva y si hoy se viste con los ropajes de una aparente inocencia, con el tiempo todos deber n lamentar su consolidacion como aparato de poder omnipotente, sin apelaciones, en el que se fundamentar y basar el r‚gimen para implantar un sistema de vida repudiado por la historia y con el cual se identifico con su saludo romano el otrora joven camisa negra, hoy Gobernador de Cordoba, Dr. Carlos Caballero.'
Sobre el caso Valinotto, se señalaba, 'la opinion pública cordobesa y tambi‚n la nacional observan con estupor como un Juez de Cordoba, dispuso la libertad de un criminal bas ndose en el testimonio, denominado 'de abono' del Ministro de Gobierno, Dr. Luis E. Mart¡nez Golletti, y del Vocal del Superior Tribunal de Justicia Dr. Pedro Angel Spina'.
Y culminaba el an lisis sobre este tema: 'El Sr. Gobernador de Cordoba, Dr. Carlos Caballero, ante la renuncia verbal de su Ministro de Gobierno, Dr. Mart¡nez Golletti, resolvio, rechazarla ratific ndole su confianza'.
Sobre los impuestos de orden local recalc bamos: 'Los centros vecinales de Cordoba, integrados en su mayor¡a por trabajadores, han denunciado el asalto fiscal de que son objeto, han protestado, han señalado la ilegalidad de las medidas tributarias, pero el gobierno ha permanecido incolume, ofreciendo una transitoria y demagogica rebaja que no altera la situacion de fondo y que ha determinado la resistencia al pago, como único camino para hacerse escuchar, aunque el gobierno sigue y seguir sordo a los reclamos del pueblo, embebido en su absolutismo y cegado por su tortuoso designio pol¡tico.'
Sobre los problemas laborales se daba el caso de las 'quitas zonales' que afectaba fundamentalmente al gremio metalúrgico. La anulacion de la Ley del S bado Ingl‚s, que hab¡a sancionado en el año 1932 y que rebajaba en un 9,1 ø/o los salarios mensuales de los trabajadores. El Departamento Provincial de Trabajo resultaba totalmente inoperante. Se distingu¡a que 'Cordoba es, a no dudarlo, el para¡so de los recibos en blanco, que sirven para robar de los ya magros salarios de los trabajadores, partes sustanciales y crear la inseguridad en la permanencia de su empleo'. Por otra parte se dispuso el cierre de una serie de escuelas nocturnas de capacitacion a la que concurr¡an los trabajadores, con el fundamento de que se hab¡an agotado las instancias para que los mencionados establecimientos pasaran a formar parte del organigrama secundario provincial.'
Las tropel¡as de la denominada 'Brigada Fantasma', tambi‚n enardecieron al pueblo de Cordoba. Dec¡amos sobre el particular: 'Todo el pa¡s conoce ya el incre¡ble episodio de la 'Brigada Fantasma', denominada as¡ por sus oscuras andanzas no en resguardo de la seguridad pública, sino atentando contra la misma.
Intimidando a gente inocente, persiguiendo a supuestos delincuentes y extorsionando a los detenidos'. Se conclu¡a sobre este punto: 'Tambi‚n el episodio de la 'Brigada Fantasma', por m s que se haya dispuesto su disolucion y la detencion de los 'polic¡as' que la integraban, no fue descubierta por la preocupacion o la diligencia de los funcionarios del gobierno. Se conocio y se investigo por las denuncias period¡sticas que constituye hoy el único medio que tiene el Pueblo para defenderse de alguna manera de los atropellos a que es sometido por un Gobierno, que inexorablemente 'ser juzgado como el m s nefasto para los derechos de toda la poblacion de Cordoba'.
Para no extenderse m s sobre este extenso documente señalar‚ una frase mas: 'Una ¡nfima minor¡a, los dedos de una manosobran para contarlos,de'dirigentes'sindicales,apoyaelr‚gimen cordob‚s.No es as¡ sin embargoen el orden nacional.
La asistencia de m s de cuarenta jerarcas gremiales a una entrevista con Ongan¡a ha demostrado que el esp¡ritu de lucha de los trabajadores y del pueblo, tienen un fuerte contingente de desertores, sumados a la program tica del r‚gimen: pol¡tica de sometimiento economico, de opresion social, de oscurantismo cultural y de mordaza c¡vica, sojuzgando a todos los argentinos que quieren un pa¡s en el cual se operen fundamentales transformaciones que posibiliten un inmediato porvenir donde impere la justicia social; donde se produzca la independencia economica, liberando a la patria de la penetracion y dominio monopolice e imperialista; donde se materialice la soberan¡a pol¡tica sobre la base de la libre voluntad popular y donde la democracia integral se practique sin ningún tipo de proscripciones e inhabilitaciones para todos los argentinos'.
Cubr¡amos el final exhortando a la unidad, a la accion común reivindicativa, de todas las Organizaciones Sindicales para la prosecucion de la lucha en defensa de nuestros derechos.
Estalla la caldera
Los trabajadores metalúrgicos, los trabajadores del transporte y otros gremios declaran paros para los d¡as 15 y 1ø de Mayo, en razon de las quitas zonales y el no reconocimiento de la antigedad por transferencia de empresas, respectivamente. Los obreros mec nicos realizan una Asamblea y a la salida al ser reprimidos, defienden sus derechos en una verdadera batalla campal en el centro de la ciudad el d¡a 14 de Mayo. Los atropellos, la opresion, el desconocimiento de un sin número de derechos, la vergenza de todos los actos de gobierno, los problemas del estudiantado y de los centros vecinales se suman.
Se paraliza totalmente la ciudad el d¡a 16 de Mayo. Nadie trabaja. Todos protestan. El Gobierno reprime.
En otros lugares del pa¡s, estallan conflictos estudiantiles por las privatizaciones de los comedores universitarios.
En Corrientes es asesinado el estudiante Juan Jos‚ Cabral y ese hecho tiene honda repercusion en toda la poblacion de Cordoba. Se dispone el cierre de la Universidad. Todas las agrupaciones estudiantiles protestan y preparan actos y manifestaciones. Se trabaja de común acuerdo con la CGT.
El d¡a 18, es asesinado en Rosario el estudiante Adolfo Ramon Bello. Realizamos con los estudiantes y los Sacerdotes del Tercer Mundo una marcha de silencio en homenaje a los ca¡dos.
El d¡a 20 de Mayo, fui detenido e incomunicado en el Departamento de Polic¡a 'en averiguacion de antecedentes'. Recupero la libertad al d¡a siguiente.
El d¡a 21, se concreta un paro general de estudiantes. Una serie de comunicados del movimiento obrero lo apoyan. En Rosario cae una v¡ctima m s. El estudiante y aprendiz de metalúrgico Norberto Blanco, es asesinado en Rosario. Se instalan Consejos de Guerra.
El d¡a 22 de Mayo, los estudiantes de la Universidad Catolica se declaran en estado de asamblea y son apoyados por el resto del movimiento estudiantil.
El d¡a 23 de Mayo, es ocupado el Barrio Cl¡nicas por los Estudiantes. Es gravemente herido el estudiante H‚ctor Crusta de un balazo por la Polic¡a. Se producen fogatas y choques. La Polic¡a es contundente, y los choques se hacen cada vez m s graves.
El d¡a 25 de Mayo, hablo en la Universidad Catolica de Cordoba y hago una severa cr¡tica y condena a los sangrientos atropellos de la Polic¡a y de los arbitrarios procedimientos del Consejo de Guerra en Rosario.
El d¡a 26 de Mayo, el movimiento obrero de Cordoba, por medio de los dos plenarios realizados, resuelve un paro general de actividades de 37 horas a partir de las 11 horas del 29 de Mayo y con abandono de trabajo y concentraciones públicas de protesta. Los estudiantes adhieren en todo a las resoluciones de ambas CGT.
Todo se prepara para el gran paro. La indignacion es pública, notoria y elocuente en todos los estratos de la poblacion.
No hay espontane¡smo. Ni improvisacion. Ni grupos extraños a las resoluciones adoptadas. Los Sindicatos organizan y los estudiantes tambi‚n. Se fijan los lugares de concentracion. Como se realizaran las marchas. La gran concentracion se llevar adelante, frente al local de la CGT en la calle V‚lez Sarsfield 137.
Millares y millares de volantes reclamando la vigencia de los derechos conculcados inundan la ciudad en los d¡as previos. Se suceden las Asambleas de los Sindicatos y de los Estudiantes que apoyan el paro y la protesta.
El d¡a 29 de Mayo amanece tenso. Algunos sindicatos comienzan a abandonar las f bricas antes de las 11 horas. A esa hora el Gobierno dispone que el transporte abandone el casco c‚ntrico. Los trabajadores de Luz y Fuerza de la Administracion Central, pretenden organizar un acto a la altura de Rioja y General Paz y son atacados con bombas de gases. Es una vez m s la represion en marcha. La represion indiscriminada. La prohibicion violenta del derecho de reunion, de expresion, de protesta.
Mientras tanto, las columnas de los trabajadores de las f bricas de la industria automotriz van llegando a la ciudad. Son todas atacadas y se intenta dispersarlas.
El comercio cierra sus puertas y las calles se van llenando de gente. Corre la noticia de la muerte de un compañero, era M ximo Mena del Sindicato de Mec nicos. Se produce el estallido popular, la rebeld¡a contra tantas injusticias, contra los asesinatos, contra los atropellos. La polic¡a retrocede. Nadie controla la situacion. Es el Pueblo. Son las bases sindicales y estudiantiles, que luchan enardecidas. Todos ayudan. El apoyo total de toda la poblacion se da tanto en el centro como en los barrios.
Es la toma de conciencia de todos evidenci ndose en las calles contra tantas prohibiciones que se plantearon. Nada de tutelas, ni de los usurpadores del poder, ni de los complices participacionistas. El saldo de la batalla de Cordoba -El Cordobazo- es tr gico. Decenas de muertos, cientos de heridos. Pero la dignidad y el coraje de un Pueblo florecen y marcan una p gina en la historia Argentina y latinoamericana que no se borrar jam s.
En las fogatas callejeras arde el entreguismo, con la luz, el calor y la fuerza del trabajo y de la juventud, de jovenes y viejos, de hombres y mujeres. Ese fuego que es del esp¡ritu, de los principios, de las grandes aspiraciones populares ya no se apagar jam s.
En medio de esa lucha por la justicia, la libertad y el imperio de la voluntad soberana del pueblo, partimos esposados a bordo de un avion con las injustas condenas sobre nuestras espaldas. Años de prision que se convierten en poco menos de siete meses, por la continuidad de esa accion que libro nuestro pueblo, especialmente Cordoba, y que nos rescata de las lejanas c rceles del sur, para que todos juntos, trabajadores, estudiantes, hombres de todas las ideolog¡as, de todas las religiones, con nuestras diferencias logicas, sepamos unirnos para construir una sociedad m s justa, donde el hombre no sea lobo del hombre, sino su Compañero y su Hermano.
Agust¡n Tosco